Entre la historia y la biografía, la imaginación política. Derivas que perforan hegemonías y amplían existencias. Interesa lo que se afirma y lo que se entrega, incluso en el fracaso. Frente al yo, la figura y su doble: el nombre propio que se desplaza. La memoria como legado vital, la herencia involuntaria y la comunidad posible. Una, dos, mil vidas políticas.