Presentación

Pensarnos en un sueño revolucionario

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En el marco del Día contra la Violencia hacia las Mujeres, Marta Dillon, Candelaria Botto y Lucía Portos presentaron "¿Quién le debe a quién? Ensayos transnacionales de desobediencia financiera" junto a las compiladoras Verónica Gago y Luci Cavallero. La charla fue organizada por la Fundación Rosa Luxemburgo, Tinta Limón y Ni Una Menos. Compartimos la desgrabación de las principales reflexiones.

Lucía Portos

Subsecretaria de Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense

Este libro tiene el enorme potencial de dar vuelta un slogan que construimos en los feminismos y que a veces queda corto: Lo personal es político. Esta idea nos sirvió para empezar a pensar nuestras vidas, para empezar a salir de la catarsis, para politizar nuestros ámbitos. Pero también, darnos cuenta que lo político y sobre todo lo económico es personal, nos sirve para saber que, en los entramados de las pequeñas relaciones, en lo que sucede de las puertas para adentro de las casas, también hay relaciones de poder y hay personas y corporaciones usufructuando nuestras vidas y nuestros trabajos de una manera coordinada, planificada y absolutamente abusiva y violenta.

Estos libros son fundamentales, porque lo que hacen, es desentramar, desnudar al rey y mostrar verdaderamente quién le debe a quién. Sacarnos del lugar de víctima, para devolvernos al lugar de la potencia. Sabemos quién nos debe, sabemos, además, qué nos deben los dueños de todas las cosas. Sabemos que no tenemos por qué seguir pagando y sabemos que, para no seguir pagando, nos tenemos que organizar y resistir para ponerle un límite y un freno a la usura.

Candelaria Botto

Coordinadora de Economía Femini(s)ta y divulgadora.

La primera semana de diciembre vamos a tener el programa plurianual en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. Entonces, vamos a ver directamente una programación macroeconómica de lo que van a hacer los futuros años de Argentina bajo el FMI y cómo eso va a repercutir en nuestras casas, en nuestras políticas públicas, en los tiempos, quienes van a ser las que dejen los tiempos que las políticas públicas no lleguen a garantizar. En ese sentido, me parece que este libro tiene textos fundamentales para entender la deuda y no solo la deuda externa, sino la conexión con las deudas domésticas, con las deudas históricas y con las desigualdades tan estructurales que tiene nuestra sociedad.

Somos nosotras y nosotros quienes estamos pagando esos ajustes que ya se ven, que ya se veían desde antes de esta crisis causada por la pandemia. Tenemos la obligación de generar estrategias y pensar políticas que busquen y que pongan en el centro la sostenibilidad de la vida. Correr el eje del capital, de este marco de lo que parece posible, porque lo posible nos excluye constantemente, lo posible nos deja con menos oportunidades laborales, nos endeuda, y nos cuesta al fin al cabo la vida.

Estamos a 20 años de lo que fue el estallido de la crisis de 2001 y me parece que desde la construcción del poder popular y de lo que eso significó para los movimientos populares, hay que reivindicar la memoria y pensar desde los feminismos qué tenemos para aportar en esas discusiones.

Marta Dillon

Periodista y activista

Creo que hay, en la idea de poner cuerpos y de politizar la deuda, la posibilidad de volverla una cosa colectiva. Una demanda que nos atravesó en cada una de las marchas del Ni Una Menos y en los paros feministas. Desde allí, se ha podido narrar de otra manera, de qué modo opera la violencia machista, de qué modo opera la violencia patriarcal.

Los mercados parecen no tener cuerpo, tampoco quienes deben. No está claro, cuando se discute la deuda, su diferencial según la clase, el género, el color de la piel, el lugar donde naciste. Tampoco está claro cuáles son los cuerpos que sostienen este sistema de obediencia.

Nosotras desde los feminismos no solamente proponemos discutir la política, discutir la economía, discutir el endeudamiento, también estamos dispuestas a discutir de qué se trataría un paraíso en esta tierra.

Pensar lo que significa la deuda en términos de obediencia, de vampirización de nuestra potencia y de nuestro tiempo, me parece que es una manera de recuperar potencia y poder pensarnos por fuera del capitalismo. En definitiva, pensarnos en un sueño revolucionario.

Verónica Gago

El libro también tiene una fuerza de coyunturas, porque cuando escuchamos que aparece Cavallo en la tapa de los diarios, cuando se vuelve a hablar de dolarización, cuando palabras como Riesgo País empiezan de nuevo a ser titulares, esta pedagogía feminista de la que venimos hablando, ha sido capaz de poner en discusión muchos conceptos ocupados. El de deuda es un concepto ocupado por el saber experto y económico y nosotras, nosotros, nos lo hemos tomado, lo hemos arrebatado, lo hemos puesto en otras narrativas, en otros lenguajes. Lo hemos conectado a movimientos sociales y desde allí nacen estas consignas como vivas libres y desendeudadas, la deuda es con nosotras y esta, ¿Quién le debe a quién?

Luci Cavallero

El feminismo ha aportado muchas claves desde las cuales nos tenemos que parar para Inventar un vocabulario propio y estrategias para lo que se viene, que es una larga confrontación con la deuda.  En ese sentido, tenemos mucho que aportar y creo que la primera tarea es abrir la imaginación política para confrontar a la deuda. Espero que estemos a la altura y que esta charla haya sido un puntapié para los próximos meses.

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